El furor de la estética Yakisugi como última tendencia

Los profesionales de CADAMDA – La Cámara de la Madera – nos acercan esta milenaria técnica que data del siglo XVI y consiste en “quemar” la madera. Su nombre proviene del “yaki” (quemado) y sugi (ciprés). Es posible aplicarla en techos y pisos, paredes y revestimientos, muebles y accesorios y en todo tipo de proyecto en donde el único límite es la propia imaginación.

 

 

La promoción de la madera como elemento primordial de construcción sustentable en todos sus múltiples usos y aplicaciones es uno de los objetivos fundamentales de CADAMDA – La Cámara de la Madera. Con 118 años de trayectoria, esta entidad promueve el uso de la madera por ser uno de los productos estrella para el desarrollo sostenible. Es un producto renovable, reciclable y carbono neutro o positivo. En un mundo que tiene el desafío de absorber el crecimiento de la población, la inclusión en el bienestar de millones de pobres y en un contexto de recursos escasos y cambio climático, las opciones de productos amigables con un desarrollo sostenible son pocas. La madera es una de ellas. Provee materia prima para productos de primera necesidad de la población, como viviendas, muebles, papeles, energía, químicos, reemplazando en muchos casos, el uso de productos no renovables provenientes de la minería y los combustibles fósiles. Con las nuevas tecnologías, como la nanotecnología y las biorrefinerías, se agregan un sinnúmero de otras aplicaciones.

En esta oportunidad, y con los JJOO a la vuelta de la esquina, los profesionales de la Cámara explican los detalles, alcances y características de una técnica para el tratamiento de la madera que, con sus orígenes en la parte oriental del mundo, hoy es tendencia en los más destacados proyectos deco.

Yakisugi es un método tradicional japonés de preservación de la madera. Yaki significa calentar con fuego y sugi es Ciprés.También se conoce a esta técnica como Shou-Sugi-Ban, que significa «tablas de cedro quemadas». Y, de hecho, el cedro fue la esencia más extendida y utilizada en Japón para la construcción de estructuras y productos de madera.

De hecho, en la tierra del animé es tan popular esta técnica, que recientemente, uno de los arquitectos japoneses más reconocidos en el mundo y amante de esta forma de tratamiento de la madera – Terunobu Fujimori – ha inaugurado una de sus famosas “casas de té” realizadas con esta técnica, justo frente al Estadio Nacional de Japón.

LA TÉCNICA

Quemar o carbonizar la madera apunta a brindarle mayor vida útil, alargando su utilidad intacta por hasta 50 años. Generalmente, se unen tres tablas de madera de ciprés (sugi) (hoy se pueden utilizar también tilo, pino, arce o roble) y luego se utiliza un soplete o una chimenea para quemar la superficie de la tabla. Luego se apaga con agua y se la deja enfriar, sugiriendo un cepillado posterior para un mejor acabado. Durante el proceso de carbonización, la celulosa de la capa externa se quema, pero la lignina permanece. Ésta es la razón por la cual se extiende a tan largo plazo la durabilidad de la madera, además de que este tratamiento la protege de posibles ataques de organismos corrosivos, repele el agua y reduce el daño solar, además de retardar el fuego, convirtiéndolo en una excelente opción para revestimientos al exterior.
El maravilloso e impactante nuevo tono negro de la madera hace que se convierta en un material único y perfecto para todo tipo de proyectos arquitectónicos, muebles, accesorios, techos, pisos, paredes, etc.


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